No.



En algún momento dijeron que no.

En 1817, hace más de doscientos años, James Parkinson publicaba el manual de la enfermedad que en 1988 mataría al arquitecto mejicano Luis Barragán. Un nombre para la enfermedad del olvido. Una artista buscaría la manera de recuperar el archivo de Barragán a través de una proposición: un anillo con la cuarta parte del cuerpo del arquitecto convertido en diamante por el archivo. Dijeron que no. 

Como Edward Jenner cuando le ofrecieron un puesto mejor. Quería quedarse en su casa, en su pueblo, en su vida. Sus opositores se contaban por miles hasta que la evidencia los relegó al olvido. Jenner había inventado la primera vacuna sin apenas conocimiento científico de ningún tipo. Fue el amor a su tierra lo que lo movía. Su tierra lo consideraba un loco. Le ofrecieron irse a Londres a ganar mucho dinero. Y él dijo que no.

Ivo Viktor, uno de los porteros de la selección checoslovaca que participaba en el mundial del 76 le dijo a Antonin Panenka que si tiraba un penalti de la manera en la que estaba practicando no le dejaría entrar en la habitación del hotel. En un país cerrado al exterior y poco abierto a los cambios, él decidió improvisar. Después de su proeza la prensa francesa lo llamaba el poeta del fútbol. No se permitía beber alcohol ni dentro ni fuera del fútbol, no se podía salir al exterior y jugar con otros equipos, no podía leer lo que otros hacían más allá de las fronteras. Él dijo que no. Y le metió un gol al mejor portero de la historia alemana. En la tanda final de un partido final. A un portero que apodaban "el gato". Sepp Maier dijo alguna vez que gracias a aquello aprendió a no tirarse tan pronto.

En algún momento todos ellos dijeron que no. Y que parase el mundo sirvió para que avanzase mejor.


Comentarios

Brais ha dicho que…
Gustoume o que escribiches. Se me permites unha corrección: en 1976 celebrouse a Eurocopa de Iugoslavia, non o mundial.

Saúdos.
Rober Amado ha dicho que…
Grazas Brais. Corrixido.

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